sábado, 24 de noviembre de 2012

Presupuesto Vs. Calidad en la escena musical venezolana



  El prospecto de grabar en casa bajo las condiciones que el artista quiera se ha vuelto en los últimos años lo más común y lo más hablado en la escena musical a nivel mundial. Existen disqueras basadas en esta técnica, grandes estudios están cada vez perdiendo más clientes y la producción de tecnología de grabación a precios más accesibles ha visto un aumento significativo en los últimos años, pero ¿qué tan lejos se puede llegar grabando en casa en comparación a un estudio profesional?

  A nivel nacional, se ha vuelto un típico cliché en ciudades como Caracas que los artistas de más renombre vayan saltando de país en país para grabar una guitarra en Nueva York, o grabar una batería en Noruega o grabar un violín en Hungría, pero ¿eso necesariamente hace la música mejor? No. La escena musical en Venezuela todavía sufre gravemente por un millón de bandas sin ningún talento y sin ninguna vocación artística que gastan incontables cantidades de dinero en que el tipo que le produjo a Zapato 3 una canción y en adición le recogió una vez una guitarra a Cayayo les mezcle el zaperoco de canciones vacuas de cualquier propósito que han grabado.

  Como contra parte a esto, existe una nueva generación de artistas que han hecho caso omiso a cualquier standard de grabación y han decidido ellos mismos tomar riendas en el asunto y, ¿quién los puede culpar? La audiencia en Venezuela solo quiere escuchar el mismo sonido repetido que se ha tocado desde el principio de la década pasada, solo que con mejor producción. No hay espacio para que el verdadero talento salga a la luz, y, a pesar de que mucha gente quiera echarle la culpa al gobierno o a la cultura venezolana para razonar un poco la fuga de talento, el daño se lo hacen los venezolanos mismos con el poco apoyo que hay a proyectos DIY y al surgimiento de nuevas corrientes en el país.


                 

  Dos de mis lanzamientos favoritos en Venezuela han sido EPs grabados con sutileza y paciencia en manos de una sola persona en su propia casa. Me refiero a "Demasiado Viejo Para Morir Joven" de Jan Pawel y "Poietiké" de Presidente. La calidad de composición y musicalidad de estas dos producciones es mayor a la de casi cualquier otra banda que derrocha millones en grabaciones, y sin embargo, la calidad del sonido se hace notoriamente más eficiente en los trabajos grabados en casa. ¿Por qué? Porque es difícil tener tantos recursos y lujos y NO caer en la sobreproducción del material.

  Una buena canción tiene que ver más con la composición y los arreglos que con la manera en la que fue grabada y vale más capturar un momento único en perfecta comodidad que grabar una toma sin inspiración en un estudio profesional con todos los hierros. Un buen presupuesto y una excelente producción no da por resultado buena música, en cambio, si tienes buena música, grábala como lo grabes, siempre será buena música. No hay nada que pueda cambiar el hecho de que tienes una buena canción en tus manos. ¿Puede ser mejor? Esa es otra historia, pero si no tienes lo principal, es mejor no producir música en lo absoluto.

  Mi conclusión es que, en este punto en el que estamos, todavía es un problema que se puede arreglar con facilidad. Graben discos en casa, inicien disqueras en su tiempo libre, escriban reseñas, compren discos de artistas locales que respeten y sobretodo mantengan el profesionalismo y el decorum.

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